domingo, 20 de abril de 2008

Sensores capacitivos

Los sensores son dispositivos electrónicos con la capacidad de detectar la variación de una magnitud física tales como temperatura, iluminación, movimiento y presión; y de convertir el valor de ésta, en una señal eléctrica ya sea analógica o digital.

Un sensor capacitivo es, básicamente, un capacitor en el que puede variar cualquiera de los parámetros que definen su capacidad: la distancia entre placas y permitividad del dieléctrico. El elemento funcional primario del sensor capacitivo de proximidad es un oscilador de alta frecuencia con un electrodo flotante en el circuito de base de un transistor. En el estado de inactividad hay un campo ruidoso en la región de base, que representa el área activa del sensor de proximidad.

Al colocar cualquier tipo de objeto delante del sensor, se varía el dieléctrico del capacitor y, por tanto, la capacidad de este. Al variar la capacidad se varía la amplitud de las oscilaciones.

Teclados Capacitivos

La tecnología de estos teclados es diferente, ya que en estos, los interruptores no son realmente mecánicos sino que la corriente fluye continuamente por toda la matriz de teclas.

Cada tecla tiene un muelle, que asegura el retorno a su posición original tras una pulsación. Bajo la superficie de cada tecla se halla una pequeña placa metálica y debajo de ésta hay otra a cierta distancia. El conjunto de dos placas metálicas separadas por un material dieléctrico (el aire, en este caso) no es más que un condensador. La capacidad de dicho condensador varía dependiendo de la distancia entre las placas. Al pulsar la tecla las placas se acercan, lo que produce un cambio de capacidad que sirve para detectar la pulsación de la tecla.

El costo de estos teclados es elevado pero, por otro lado, se deterioran muy poco.

Precipitadores Electrostáticos

Un precipitador electrostático es un dispositivo que sirve para filtrar el aire y que captan partículas contaminantes en condiciones extremas.

El precipitador funciona con fuerzas eléctricas que atraen a las partículas que están presentes en el aire. Todo precipitador está constituido de un electrodo emisor y un electrodo o placa recolectora.

Los electrodos emisores mantienen un alto voltaje, lo que genera un fuerte campo eléctrico que hace que las partículas se sientan atraídas. A las partículas se les da una carga eléctrica obligándolas a pasar por el campo, esto produce un gran número de iones de gas. Los iones positivos son atraídos inmediatamente hacia los electrodos de emisión, mientras que los iones negativos se mueven hacia las placas colectoras a las cuales se adhieren mientras se descargan. Estas partículas se acumulan y forman una capa de polvo en la superficie de la placa, que se elimina mediante vibraciones o lavado dependiendo del tipo de PE para que caigan a una tolva inferior.

Los precipitadores electrostáticos son los equipos más eficientes para el control de partículas de menos de 0.2 micras con eficiencia superior a 99%, su caída de presión es muy baja y pueden manejar grandes volúmenes. Existen tambien precipitadores domésticos que funcionan con el mismo mecanismo que los industriales.